Deseo Sexual Hipoactivo de la mujer
En la actualidad la prevalencia de las disfunciones del deseo sexuales femeninas es muy elevada, según diferentes estudios la cifra oscila alrededor del 40%. No obstante, no piden ayuda profesional más del 20% de las mismas.
El deseo sexual hipoactivo se considera a la ausencia o disminución de pensamientos, sentimientos o fantasías sexuales y del interés en iniciar un encuentro sexual, en presencia de adecuados estímulos provocadores del deseo, con esto nos queremos referir a la importancia de la calidad de la pareja para evocar la respuesta sexual necesaria. La mujer no siente respuesta fisiológica, ningún tipo de impulso sexual, de tal forma que no siente la necesidad de buscar placer antes o después de iniciada una conducta sexual. Este hecho se presenta de manera persistente o recurrente, lo cual provoca malestar acusado o dificultades en la relación interpersonal.
En nuestra labor está descartar:
Factores orgánicos: alteraciones neuroendocrinológicas, trastornos hormonales, enfermedades metabólicas, etc.
Factores psicológicos: los mayores conflictos son la ansiedad y los problemas de pareja. También encontramos casos en los que el estrés, los estados depresivos y la baja autoestima afectan y provocan el deseo hipoactivo en la mujer. Las mujeres que padecen ataques de pánico y quienes padecen trastorno obsesivo compulsivo ven afectado el deseo aún en mayor medida.
Tendremos que determinar cuáles son los factores predisponentes, precipitantes y mantenedores del proceso que te trae a consulta. Son muchas variables las que pueden incidir a la hora de generar problemas en pareja, pero los conflictos en torno a la intimidad, especialmente debidos a déficit de comunicación, son los más frecuentes.
Evaluaremos tu caso realizando juntos una historia clínica para determinar el origen de la disfunción y la dimensión que alcanza. Te solicitaremos una exploración médica con una analítica para conocer tus valores hormonales.
Con esto ya vamos diseñando hacia dónde está la ayuda necesaria en tu caso, el tipo de intervención más adecuada estratégicamente…
Fuente: F.Cabello.
Deseo Sexual Hipoactivo en el Hombre
El deseo sexual hipoactivo en el hombre, al igual que en la mujer, consiste en la ausencia permanente y persistente de fantasías eróticas y motivación para acceder a las relaciones sexuales.
Quiero puntualizar que existen claras diferencias entre el deseo sexual femenino y el masculino. El deseo del hombre es claramente finalista, necesita ser extinguido en el orgasmo; la mujer por el contrario, puede presentar varias posibilidades muy infrecuentes en el hombre: deseo de intimar sin un encuentro erótico, deseo de generar una fantasía, etc, pero sin necesitar del orgasmo para que el deseo decrezca o incluso sin necesitar que el deseo decrezca.
Podríamos pensar que la falta de deseo en el hombre debe responder al desamor o bien a la pérdida de la atracción, pero lo cierto es que la mayoría de los pacientes presentan la falta de deseo sexual de manera generalizada, esto es, no les motiva el deseo de su pareja ni el de ninguna otra persona.
Hay que descartar:
Factores orgánicos: cualquier enfermedad que pueda conllevar una disminución del deseo, siendo común en la diabetes, insuficiencia cardíaca, fallo renal, etc. Son relevantes las alteraciones hormonales, concretamente el déficit de testosterona y la hiperprolactinemia, las cuales ocasionan disminución del deseo y problemas de ansiedad.
Factores psicológicos: frecuentemente la falta de deseo en el hombre se debe a la evitación que realizan sobre el sexo por otras disfunciones sexuales previas, otros casos se deben a alteraciones en el estado del ánimo principalmente producidos por un exceso de estrés laboral, conflictos de pareja, aversión al sexo, etc.
Evaluaremos el caso realizando una historia clínica para especificar el origen de la disfunción y la dimensión que alcanza. Haremos una valoración de la pareja y un diagnóstico diferencial con otros trastornos sexuales. Te solicitaremos una exploración médica con una analítica para conocer tus valores hormonales.
Con esto iremos diseñando un foco de acción para intervenir acertadamente sobre el caso.
Fuente: F.Cabello, Buvat 2003, DSM-IV-TR, DSM-V, AFUD, Basson 2003, Fuertes 1995.