Terapia Adolescente

La adolescencia es, en cierto modo, una época ambigua, a medias entre la infancia y la madurez, en la que se producen tanto cambios físicos como cambios psicológicos; es decir, se define el cuerpo y se define la personalidad. De esta forma, los adolescentes  se encuentran frente a un momento de cambios vitales y, por tanto, de riesgo donde la psicología para adolescentes tiene un papel fundamental en el desarrollo personal.

El cambio es relativamente brusco, y como en todas las transformaciones apresuradas, resulta difícil adaptarse de forma adecuada, tanto más si tenemos en cuenta que las experiencias previas de los adolescentes son escasa y limitadas y que tampoco han definido aún su personalidad, con lo que carecen de criterios propios sólidos. En estas circunstancias, las dificultades para adaptarse al nuevo status que les impone la edad pueden provocar crisis de identidad lo que les lleva, a su vez, a tener comportamientos inestables y contradictorios.

Los adolescentes viven dentro del conflicto, en la tendencia contradictoria entre el interior, que les pide salir, explorar, descubrir su identidad, probar, acariciar los riesgos; y el exterior, que establece límites, normas y obligaciones. En una molesta y complicada crisis de identidad, ejercitan la lucha diaria consigo mismos, con los demás y con el entorno, buscando descubrir su propia personalidad. Ciertamente, la presencia de un adolescente en casa es muchas veces complicada, pero no se puede olvidar que ellos están creciendo con dificultades y contradicciones que pueden ser combatidas con la psicología para adolescentes.