En la mente del violador: así es y así actúa

Ana, 23 años. Era sábado por la tarde y había salido con sus amigas a pasárselo bien a una de las discotecas de moda de la capital. Entre bailes y muchas copas, conocieron a unos chicos. Parecían majos. Invitaron a un par de rondas. A las cuatro de la mañana cerró el local y todos salieron en dirección a sus casas. Dos de ellos se ofrecieron a acompañar a Ana y a su amiga Julia a la calle principal para que cogiesen un taxi, ya que era muy tarde. Julia se subió al primer coche que llegó. Ana tardó más en volver a casa, pues fue empujada al callejón y violada por sus dos nuevos amigos. Esos que estaban velando por su seguridad, escoltándola hasta el taxi como auténticos caballeros.

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